FE

Observo con fe el mundo
en cada parada del día.
Habita en cada pequeño trayecto,
dispuesta a salir como un pequeño destello luminoso,
apenas perceptible en el bullicio diario.
Sonrío ante cada gesto,
por diminuto que pueda parecer.
Desde la posición privilegiada,
que concede el deseo de aprender,
la vida me muestra con candor,
su dulce cara de niña traviesa.
Sencillo…es así de sencillo
me digo a mi misma.
Entonces, un hombre cualquiera
perfecto en su perfecta grandiosidad,
le cede el asiento a otro,
que a pesar del tiempo y el poco espacio,
que le separan de su mujer,
desea estar a su lado.
Aprecio sus sonrisas de agradecimiento
y se que todo está bien,
lo poderosa que es la amabilidad
y lo excepcional que es el hombre,
en su humilde bondad.
La fe, como una semilla recién plantada,
crece dentro de mí y cada uno de nosotros,
sólo necesitamos creer…
Somos puros y parte del mismo mar,
ante las adversidades unimos nuestras fuerzas
y el camino y la ayuda mutua
nos hacen retornar a lo que  en verdad,
hemos venido a hacer.
No obstante, a veces nos anclamos en la idea
de que somos sólo racionales,
huyendo de lo espiritual y sensible.
Pero en cada letra de cada canción,
siempre sin excepción,
aparecen latentes esos sentimientos
que inevitablemente nos alcanzan,
aunque sea sólo un leve murmullo.
Esos pequeños instantes, que quiero hacer inmensos
como la inmensidad de las olas
que tanto me calma admirar,
me ofrecen la alegría que gusto,
compartir conmigo y contigo,
contigo y conmigo.
De nuevo, me río bajito
y presiento  que el día
no ha hecho más que comenzar…

LAS CARTAS

Tengo miedo- Me dijo
¿De qué?- Le dije
De lo que soy, de lo que puedo llegar a ser- Me dijo
Baraja tus cartas-Le dije
¿Qué cartas?- Me dijo
Las de tu vida- Le dije
No entiendo- Me dijo
Escucha el sonido, la vibración dentro de ti- Le dije
¿Qué es eso?- Me dijo
Eres tú misma- Le dije
No sé donde estoy, ni como buscar- Me dijo
Siente el latido, acompaña su ritmo- Le dije
¿Dónde está?- Me dijo
Habita en ti... reanuda la partida- Le dije
Me aprisiona el miedo- Me dijo
Déjalo salir, haz que forme parte de tu día a día- Le dije
Me ahogará si le permito existir- Me dijo
Es tu elección y puedes decidir convivir con él- Le dije
¿Cómo?- Me dijo
Con la sabiduría del que ha recorrido mil caminos- Le dije
Pero es más fuerte que yo- Me dijo
Y tú lo aceptas tal cual es y por eso pierde importancia-Le dije
Ya entiendo- Me dijo
Lo sé- Le dije
Cuando algo deja de tener valor para mí,
se hace invisible, evaporándose su poder- Me dijo
Has jugado tus cartas- Le dije
Ya no necesito comodín, sé como ganar- Me dijo
La partida continúa y sólo tú decides el final- Le dije
Aprenderé a prestar atención a mi interior- Me dijo
Que así sea- Le dije
Y me fui, alegre y confiada… con la certeza de que un día más,
había conseguido serle útil a alguien y aclarar esos caminos,
que muchas veces nos empeñamos en hacer difíciles y tortuosos.
¡Qué día tan estupendo!- Me dije- y por un momento olvidé que fuera, los relámpagos, entonaban una hermosa canción dedicada única y exclusivamente para mí.