¿Qué puedo darte?
Me pregunto mientras miras embelesada,
hacia el horizonte.
Sin dudas, ni temores
tus ojos observan
con la frescura cristalina de la inocencia.
Todo en ti es bello y colosal,
pareces una caricia,
a punto de posarse
en la dulce cara de un niño.
Tus manos juguetean con una flor,
mientras el día descansa en tu regazo
y la noche se prepara,
para envolver tus sueños.
Corres, vuelas, saltas
como un lindo y blanco corcel,
con la seguridad que dan tus pocos años,
y la alegría que en mi despiertas.
¿Sabes?
Ya sé que puedo darte:
Sencilla y llanamente MI YO,
lo que he venido a hacer por ti,
lo que cada instante siento en mi alma,
porque el resto ya lo pones tú.
Sólo quiero pedirte un favor:
Disfrútalo a mi lado,
concédeme la suerte,
de compartirlo contigo.
Que lo que para ti, es aprendizaje
sea para mí la memoria,
que a veces me esfuerzo en perder.
Conviértete en mi maestra de la ilusión,
que yo seré tu cálida compañía,
en el camino que juntas hacemos día a día.
Mí querida niña…
Fresca, como la rosa recién cortada
Dulce, como la naranja recién exprimida
Liviana, como la hoja recién caída.
Vive y Vuela como lo que eres:
Un lindo pajarillo en libertad.
A mami, déjala guiarte
y siempre, siempre acompañarte.