FELICIDAD

Felicidad
Algo tan abstracto,
tan intangible,
tan inalcanzable,
creemos a veces.
Felicidad
Sueño de muchos,
consuelo de algunos,
a disposición de no pocos
e ideal de todos.
Felicidad
Está en tus manos tocarla,
en tus ojos mirarla,
en tus oídos escucharla
y en tu cuerpo sentirla.
Felicidad
Voy a contarte,
que es para mí,
Luego, si quieres
me dices como la vives en ti.
Es la brisa de la mañana,
Es el aroma de una flor,
Es el sol que ilumina mi cara,
Es la lluvia que llena mares y ríos,
Es el copo de nieve que tiñe de blanco,
Es el café que me espera,
Es el amigo que llega,
Es mi marido que canta,
Es mi hija que se levanta,
Es el dulce trino de un pájaro,
Es el maullido de un gato,
Es el sonido de la vida…
Tanto es y tanto podría ser,
que quizás con mil hojas no llegue.
Entonces,
¿Por qué a menudo piensas que le falta sentido al vivir?.
Haz, cuando así te encuentres, lo que te propongo…
Agranda mi lista,
Añade tus sueños,
Mézclalos con tus deseos,
y así como por arte de magia
verás lo interminable,
que puede ser esta magnifica palabra.
Te la recuerdo: FELICIDAD
Tómala en tu corazón,
acúnala con dulce arrullo,
transmítela amor y dulzura.
Y ella como un dulce infante,
paseará por tus anhelos,
aportándoles fuerza y paz.

ABUELA

He visto tu foto
y me encuentro abrumada.
En tus ojos, sin querer
he presentido la mirada triste
y el alma inquieta.
Yo era muy joven entonces,
tú te sentías mayor para continuar.
Para mí se trataba del primer viaje,
para tí el último trayecto.
Tuve la suerte de conocerte
queriéndote de todo corazón.
No pretendía pedirte disculpas,
pero sinceramente, a veces, creo que te las debo…
Me hubiera encantado quedarme contigo,
que fueras la madre que siempre he querido,
pasar más tiempo a tu lado,
y decirte adiós sin tanto dolor.
Sé bien por qué huí de aquello
necesito contártelo ahora:
Tenía miedo de perderte,
de llorar a tu lado,
de aceptar que te ibas…
A nadie querré del mismo modo,
la pena es que jamás te lo dije.
Pero desde donde estoy
y desde donde estés:
Léelo mi dulce abuela,
Lo he conseguido,
vuelvo a escribir por mí,
por tí y por todos
los que me apoyan
y permanecen a mi lado.
La distancia entre tú y yo ha quedado atrás,
porque en mis sueños,
apareces linda y serena,
como siempre he deseado que te sintieras.
Me ayudas desde el infinito,
ofreciéndome el aliento necesario,
en cada momento.
Gracias querida…
Ahora te comprendo,
Ahora acepto tú decisión
Ahora afronto el futuro
con la alegría de haberte tenido,
en lugar de la tristeza
de tu partida.
Espérame en tú cielo,
Prométeme que serás la primera
que salga a recibirme
cuando emprenda mi último vuelo.
Mientras tanto
recuerda siempre
Lo mucho que te quiero.