CUANDO

Cuando cae la noche sobre el horizonte
Cuando apenas se oye un suave murmullo
Cuando los pájaros anidan en su quietud
Cuando el silencio se hace eterno…
Es entonces cuando mi voz cesa
Es entonces cuando mi ser habla
Es entonces cuando mis sueños afloran
Es entonces cuando mi inspiración crece…
Y en ese instante el tiempo desaparece
Y en ese instante vuelan las ideas
Y en ese instante florecen las palabras
Y en ese instante todo cobra sentido…
No hay nada más que yo
No hay nada más que mirar
No hay nada más que observar
No hay nada más que escuchar…
Todo es infinito y maravilloso
Todo es magnífico y bello
Todo es armonioso y vital
Todo es alcanzable y real…
Sin un pero
Sin un donde
Sin un cuando
Sin un cómo…
Te espero en ese fugaz momento
Te espero en la frágil luz del amanecer
Te espero en el infinito anochecer
Te espero en el ancho mar de la vida…
Será el final de esta historia
Será el principio de la tuya
Será sólo un adiós a medias
Será el inicio de lo que tú quieras…
Así que, cuando observes la montaña
Así que, cuando sientas el aire puro
Así que, cuando respires la inmensidad
Así que, cuando se llenen tus pulmones…
Entonces y sólo entonces…
te hallarás preparado
para emprender tú camino.

Las Dos Hermanas

Érase una vez, hace casi 30 años, dos niñas que vivían con su madre.
Una era más tímida y callada, mientras la otra parecía siempre alegre y confiada.
Ambas soñaban en como sería su vida una vez que se fueran de casa.
La mayor, que se llamaba Mamen, se veía lejos, salvando una batalla que recién comenzó cuando nació.
La otra, de nombre Clara, sin saberlo, ya tenía su camino, el que su madre había decidido por ella.
Su progenitora era una mujer dura de carácter y corazón, que había volcado en sus hijas toda una vida salpicada de frustración y dolor.
Descargaba toda la ira que anidaba en su interior en las dos chiquillas. Ellas sufrían el maltrato tanto físico como psicólogico lo mejor que podían.
A veces era difícil, que incluso ellas no se enfrentaran, sobre todo para evitar llevarse la culpa y que su madre las pegara.
Pero, aunque lo parezca, esta no es una historia triste, de esas que hacen llorar. Es la crónica de dos vidas separadas por el destino y algunas dudas sin resolver.
La que aquí escribe, es aquella hermana mayor, la que después de algunos años, tuvo la suerte de escapar de aquel infierno para convertirse en lo que hoy es.
Esta narración, en realidad, es para ti hermana. Es un trocito de mí, desde aquel día en que me fui de tu lado.
Recuerdo con total nitidez mi marcha. Había luchado mucho para conseguirlo. De premio me llevé la última paliza que me propinaría, por el horrible pecado de alzarme contra esa voluntad de hierro suya, que bien podría haber empleado para querernos, en lugar de dañarnos a  cada instante.
Lo que nunca pensé, fue en el dolor que te causaría, ya que a partir de ese momento recaería sobre ti, toda la fuerza de su temible forma de ser. Ahora se, que gracias a ello has llegado a ser la estupenda persona y madre que veo cuando te miro. Por supuesto, con 9 años cuando partí no entendía estas cosas y sólo buscaba un lugar donde me quisieran.
En aquella casa dejé años cargados de pena e incomprensión, pero también una hermana, que sin saberlo acabaría cuidando de tres hermanos más que habrían de nacer.
Desde ese momento, creé mi caparazón y levanté muros tan altos que eran infranqueables incluso para mí. Un pedacito de mi corazón quedó tocado y guardé ese dolor en el fondo de mi alma, creyendo que dejaría de existir si lo ignoraba.
Así continué durante bastantes años, con la ilusión de que todo aquello se había evaporado, de que tras la lluvia volvía a renacer el sol de mi esperanza.
Bien confundida estaba. Era como un coche averiado a la puerta del taller de reparación. Así se encontraba mi herida….esperando el momento apropiado para la sanación.
Tuve que aclarar muchas cosas conmigo misma y por fin ahora miro el pasado y el futuro sin rencor. Se que la culpa no fue mía ni tampoco tuya, simplemente fuimos víctimas de las circunstancias  que nos tocó vivir y gracias a las cuales hemos conseguido ser, como poco, fuertes y responsables.
Parece contradictorio, pero gracias a las vivencias que compartimos he aprendido cosas muy positivas. Se que todo lo que sucede sirve para ir haciendo nuestro camino y superar obstáculos, que a la larga nos ayudan a madurar y crecer.
Te quiero a ti y todos y cada uno de mis hermanos y deseo que sigamos juntos en esta travesía que hemos decidido compartir.
Acompáñame hermana, lucha por tu día a día y valora lo que tienes, que es mucho. El pasado es sólo eso pasado y el presente será lo que tu decidas escribir en él. Vive con entereza agradeciendo cada momento, cada instante, porque son únicos e irrepetibles.
Que las cosas que has vivido te ayuden en el futuro y endulcen cada segundo, ayudándote a aprender.
Yo continuaré aquí, como aquella niña de tus recuerdos, pero recuperada y fuerte, siempre agradecida y dispuesta a ayudar.
Una vez alguien me escribió una preciosa frase: “En el cielo hay una estrella que presume de bonita, pero yo tengo una hermana que la deja chiquitita”. ¿Te acuerdas? Fuiste tú y jamás la he olvidado. Deseo que te valores como lo hiciste conmigo al escribirme esas palabras, porque así lo hago yo.
Ojala cada vez que mires el mar donde vives, veas tu reflejo y el mío, como dos palomas, volando unidas hacia el firmamento, libres  y felices para siempre.
Poco queda ya de aquellas dos muchachas, pero el futuro es una página en blanco pendiente de rellenar. Hagamos una historia a nuestra medida, poquito a poco sin prisa. Es el principio de nuestro nuevo destino y viajaremos….DIRECTAS A LA ETERNIDAD. 

QUIERO PEDIRLE A LA LUNA (Versión mama)

Quiero pedirle a la luna
que tenga oído infinito
para escucharnos a todos
del más grande al más chiquitito.
Quiero pedirle a la luna
arena blanca del desierto
para surcar 1000 aventuras
y jugar ¿Por qué no? A 101 locuras.
Quiero pedirle a la luna
agua salada de mar
para verter en ella
toda la fe y esperanza
que sea capaz de dar.
Quiero pedirle a la luna
por la luz que ilumina mi día
es pequeña de estatura y grande de corazón
se llama Lucía
y la quiero mogollón.
Quiero pedirle a la luna
un rayito de sol
que haga florecer la alegría
cuando llueva en mi interior.
Quiero pedirle a la luna
agua fresca del rocío
que despierte en mí la inspiración
para una gran creación.
Y aunque este ya crecidita
casi 37, no mas
quiero pedirle a la luna
que me ampare en su regazo
que prometo por mi parte
dedicarle con todo mi arte
como poco este verso
a la señora del universo.

QUIERO PEDIRLE A LA LUNA (Versión niña)

Quiero pedirle a la luna
un trocito de cielo
que como soy pequeñita
todavía no llego.
Quiero pedirle a la luna
que me regale una estrellita
para que ilumine mi habitación
y se lleve al monstruo grandullón.
Quiero pedirle a la luna
que se una con el sol
y entre los dos por la noche
formen un gran corazón.
Quiero pedirle a la luna
por mi madre, mi padre y hasta mi gato
para que todos juntos
pasemos un buen rato.
Quiero pedirle a la luna
un vasito de leche
que mi mami siempre dice:
“nena que con esto creces”.
Quiero pedirle a la luna
un millón de nubes
para jugar y saltar
a la vez que subes.
Y aunque sea chiquitita
casi cinco, no más
quiero pedirle a la luna
que me regale su sonrisa
yo prometo mandarla un besito
y contarle esta historia a mi osito.

A MI ÁNGEL (14-02-2011)

Como dos enamorados,
vamos forjando nuestro destino.
Paseamos por el fugaz instante de la vida,
acompañándonos en nuestras metas.
Perseguimos nuestros sueños,
con la certeza de nuestra cálida compañía.
Compartimos el amor que nos profesamos,
con la hija que decidimos tener y cuidar.
Nos enseñamos cada día nuevas lecciones,
que nos ayudan a seguir adelante.
Juntos, sabemos que las dificultades
traen consigo valiosas lecciones.
Ambos abrimos las puertas necesarias,
para mejorar como personas.
Por ello, quiero darte las gracias
por ser, estar y permanecer ahí
en mis días y mis noches,
en mi realidad y mis sueños,
en mis avances y retrocesos,
en mis alegrías y penas,
aceptando lo que soy,
jugando conmigo al mismo juego,
sin trampa ni cartón.
Sin necesidad de vendajes,
que tapen la realidad,
porque sólo el estar juntos,
ya es emocionante.
Un 14 empezamos
y un 14 celebramos,
esta vez de febrero
y del modo más sincero,
te digo que: ¡!Te quiero!!.

ÓJALA


Ojala mis oídos siempre puedan escucharte.
Ojala mis labios siempre deseen besarte.
Ojala solo con mirarte capte tu dolor.
Ojala los días de lluvia te sirvan
para apreciar más los de sol.
Ojala tus lagrimas sean tan útiles
que con ellas llenemos el mar.
Ojala sientas en ti todo lo bueno
que puedes llegar a ser.
Ojala tu vida se llene
de lo que quieres y ante todo necesitas.
Ojala recuerdes de donde vienes
pero sobre todo a donde vas.
Ojala sepas agradecer lo que tienes
porque es más de lo que imaginas.
Ojala te permitas ser mas flexible contigo
porque así sembrarás tolerancia a tu alrededor.
Ojala riegues con paciencia y cariño
mis momentos difíciles.
Ojala sufras para aprender
y aprendas para ayudar.
Ojala seas las cosquillas
que hagan sonreír mi alma.
Ojala tu dulce abrazo
despeje los nubarrones del destino.
Ojala recuperes a ese niño
que como un pájaro, anida en tu interior.
Ojala rías tan fuerte
que tu eco llegue al sol.
Ojala te reflejes cada mañana
en el arco iris de la vida.
Ojala seas la huerta
donde crezca el amor y la paz.
Solo deseo que ojala
Y ojala que  solo deseo
Que sigas siendo como eres
Ya que eres único para mí:
AMIGO, HERMANO Y COMPAÑERO DE CAMINO.

Zulyla, el hada de los ángeles


ZULYLA, EL HADA DE LOS ANGELES


La pequeña Lucía estaba aburrida aquella tarde. El invierno habia llegado y la niña miraba ensimismada las gotas de lluvia…….que poco a poco, iban quedando impregnadas en el cristal.

-Mami, mami. Mira como llueve. Ya no podremos ir al parque.
-Tienes razon Lucía. Pero podemos hacer algo mejor.
-¿El que mami?- pregunto emocionada.
-¿Conoces la historia de Zulyla?-.
-¿Quién es Tusita mama?
-Zulyla, Lucía, se llama Zulyla. Se trata de un hada muy especial. ¿Quieres oír su cuento?
-Claro mamita.

Zulyla es el Hada de los Ángeles, aunque todos la conocen por ZULY. Pues bien, Zuly nació en una nube y hasta allí viajaron todas las criaturas del cielo y la tierra, y es que no era para menos, porque se trataba de una ocasión muy especial: La luna y el sol se fundían en un eclipse, justo cuando Zuly vino al mundo.
Sus padrinos fueron dos angeles, por eso ella es conocida como el Hada de los Ángeles, ya que además se crió rodeada de ellos.
Todavía hoy, si dejas tu mente soñar, podrás verla con su ángel de la guarda, que le acompaña noche y día.

-¿Y por que no puedo verla?- pregunto Lucía.
-Porque Zuly vive dentro de una flor que se llama tulipán.
-¿Y que hace allí?
-Pues desde ahí puede verlo todo y ayudar a quien la necesita… bueno sigamos con su historia.

Zuly creció feliz correteando por el campo y comiendo frutos del bosque. Tanto le gustaba la naturaleza, que si conseguías acercarte a ella, podías percibir un embriagador olor a aire fresco y a mar.
Le encantaba hablar con sus amigos los duendes y los elfos. Precisamente a ellos, les contó que su gran sueño era viajar al sol.
-Zuly- le dijo su amigo el duende del bosque- ¿Cómo vas a llegar hasta allá?-.
-Pues volando…. Vaya pregunta-.
-Ya, pero el sol esta lejísimos y además quema-.
-Ya, pero yo soy medio hada-medio ángel y tengo poderes especiales-.

Dicho esto, nuestra hada se puso a bailar alrededor de su amigo, las flores, la hierba……….cantando feliz.
Al día siguiente voló hasta una nube, para pensar la manera de llegar al sol. Desde donde estaba podía ver el mundo entero. Le encantaba observar a los jóvenes de su edad, eran tan divertidos….
De repente oyó un ruido raro. ¡Pero si estaba sola! Se dio la vuelta y vio una pequeña luciérnaga
(LA LUCIERNAGA HABLARA DURANTE TODO EL CUENTO CON VOZ PIJA).
-Hola. ¿Quién eres tú?- pregunto la luciérnaga.
-Zulyla ¿y tú?
-Soy Dafne la luciérnaga pija. ¿Qué haces?
-Pues pensando como llegar al sol.
-¡Que ideal tía!! ¡Es súper guay y creo que se como ayudarte!
-¿Ah si y como?
-Pues resulta que mi tío es amiguete del dios ese del mar, Neptu creo que se llama.
-¿Y eso que tiene que ver?- pregunto Zuly.
-¡Ay alma de cántaro, no estas en la onda! ¿Es que no sabes que Neptu es el dios mas superpoderoso y con solo un soplido nos manda a Cuenca, perdón al sol?
-Entonces ¿me ayudaras?
-Claro, con la condición que me lleves contigo en ese superviaje. ¿Vale tía? Por cierto ¿Qué se te ha perdido en el sol?
-El alma de los niños.
-¿El alma de quien?
-De los niños. Es que a ellos les cuesta mucho creer, su alma esta tan recalentada de televisión, ordenadores y demás, que el sol se ha ido apoderando de sus fantasías y juegos. Quiero hablar con el para que les devuelva lo que les pertenece.
-Eres guay del paraguay. ¡Como molas tía, tía!
(Ruido de teléfono: tic, tac, tuc, llamando a mi tío chusss).
¡Hola tío, soy la Dafne! ¿Puedes hablar con tu colega Neptu? ¿Es que mi amiga y yo necesitamos un huracán de los suyos?
-¿Pero sobrina te falta un tornillo?
-No te enrolles. Es megavital que mi amiga Tulipán vaya al sol y les devuelva a unos crios, algo que necesitan.
-Tú tan locatis como siempre. Esta bien. Ir a la calle del mar sin número. Allí vive Neptuno.
-Okey Mackey. Ciao Tío.
A eso del mediodía, nuestras amigas llegaron a la calle del mar y vieron al imponente Neptuno con su tridente y su hermoso cabello blanco.
-Hola Dafne, me ha dicho tu tío que quieres viajar al sol.
-Yo no Neptu, es mi amiga Tulipán.
-Me llamo Zulyla, no Tulipán, y soy yo la que quiere ir allí.
- Te conozco- dijo el dios del mar- eres el Hada de los Ángeles. Pero no entiendo para que quieres ir al sol.
-Es cierto, soy el Hada de los Ángeles, pero también la de los Cuentos señor. Los niños necesitan volver a creer en ellos. El sol se ha ido quedando poco a poco con su alma inocente e infantil y debe devolvérsela, por eso tengo que hablar con el.
-Me parece un motivo más que suficiente para ayudarte. No te haré esperar. Es un asunto de máxima urgencia. Dicho esto, de un fuerte soplido acompañado de agua de lluvia, lanzo a Zuly y Dafne en una veloz carrera hacia el sol.

-Y así fue mi pequeña Lucía como los niños recuperaron la ilusión por los juegos, los cuentos y las fantasías-.
-Mami, quiero conocer a Zuly. ¿Dónde esta? Quiero que venga a mi casa porfi, porfi-.
-Llámala bajito, desde el corazón, y cuando escuches un cascabel, ella estará allí saludándote y guiñándote un ojo-.
-Pero yo quiero ahora mismo….-.
-¡! Chisss! ¿Oyes eso?-.
-¿El que mama?-.
-El sonido de campanillas. Es Zuly. Esta cerrando los ojos, creo que nos dice adiós. Tranquila cielo, otro día vendrá a visitarnos. Es su hora de dormir. Buenas noches pequeña hada….
-Buenas noches. Se oyó un susurro y de fondo una flauta.
 ¡! Hasta pronto Zuly! Nos vemos en la próxima historia.