FE

Observo con fe el mundo
en cada parada del día.
Habita en cada pequeño trayecto,
dispuesta a salir como un pequeño destello luminoso,
apenas perceptible en el bullicio diario.
Sonrío ante cada gesto,
por diminuto que pueda parecer.
Desde la posición privilegiada,
que concede el deseo de aprender,
la vida me muestra con candor,
su dulce cara de niña traviesa.
Sencillo…es así de sencillo
me digo a mi misma.
Entonces, un hombre cualquiera
perfecto en su perfecta grandiosidad,
le cede el asiento a otro,
que a pesar del tiempo y el poco espacio,
que le separan de su mujer,
desea estar a su lado.
Aprecio sus sonrisas de agradecimiento
y se que todo está bien,
lo poderosa que es la amabilidad
y lo excepcional que es el hombre,
en su humilde bondad.
La fe, como una semilla recién plantada,
crece dentro de mí y cada uno de nosotros,
sólo necesitamos creer…
Somos puros y parte del mismo mar,
ante las adversidades unimos nuestras fuerzas
y el camino y la ayuda mutua
nos hacen retornar a lo que  en verdad,
hemos venido a hacer.
No obstante, a veces nos anclamos en la idea
de que somos sólo racionales,
huyendo de lo espiritual y sensible.
Pero en cada letra de cada canción,
siempre sin excepción,
aparecen latentes esos sentimientos
que inevitablemente nos alcanzan,
aunque sea sólo un leve murmullo.
Esos pequeños instantes, que quiero hacer inmensos
como la inmensidad de las olas
que tanto me calma admirar,
me ofrecen la alegría que gusto,
compartir conmigo y contigo,
contigo y conmigo.
De nuevo, me río bajito
y presiento  que el día
no ha hecho más que comenzar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario