VOLANDO DEL NIDO

Hola Mamá:
Se que estás triste y sientes miedo,
crees que quizás, desde mi aparente ignorancia,
no me doy cuenta de tu pesar.
Eres transparente para mí,
como yo lo fui para ti,
cuando era niño.
¿Dónde quedaron los planes en familia?
te preguntas, en la soledad de tu alma.
Siguen ahí, mamá, en tus recuerdos y en los míos,
indelebles como nuestro amor.
Ahora es otra etapa…
El crecimiento implica un tipo de alejamiento,
que en verdad es irreal.
He de descubrir cual es mi sendero,
he de recorrer nuevas travesías
y crear mi propio hogar,
para sentirme pleno y útil.
También lo hiciste tú,
es ley de vida aunque te duela
y sufras por ello.
La distancia que sientes en tu interior,
es la que impones entre nosotros,
con tus temores.
Ten fe en que el viaje,
es sólo una parte del recorrido,
en que el pájaro que soy,
debe volar para volver.
Da libertad a tus pensamientos,
para que se encuentren con los míos
y convivan en plena armonía.
Es lo que te pido y deseo.
Mira el presente con optimismo,
y el futuro nos sonreirá
y acercará en cada despertar.
Porque te quiero y así será siempre…
Aunque a veces te parezca desagradecido
y otras te parezca egoísta,
cada instante que pienso en ti,
lo hago con cariño y ternura,
reconociéndote como la persona esencial,
que fuiste, eres y serás para mí.
Sigue mamá, avanza sin miedo…
Y cuando creas que das un paso atrás,
mira las piedras, el río, la claridad del camino
y allí, entre los árboles, te habré dejado
como una huella, un beso eterno,
que te ayudará a recordar que somos uno:
TÚ Y YO.

1 comentario:

  1. Esta poesía se la dedico con todo mi cariño a Conchi, monitora de un curso de conciencia y energía que hice. Deseo que la boda de tu hijo suponga para tí un cálido reencuentro con esa nueva etapa de vuestras vidas.

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