ABUELA

He visto tu foto
y me encuentro abrumada.
En tus ojos, sin querer
he presentido la mirada triste
y el alma inquieta.
Yo era muy joven entonces,
tú te sentías mayor para continuar.
Para mí se trataba del primer viaje,
para tí el último trayecto.
Tuve la suerte de conocerte
queriéndote de todo corazón.
No pretendía pedirte disculpas,
pero sinceramente, a veces, creo que te las debo…
Me hubiera encantado quedarme contigo,
que fueras la madre que siempre he querido,
pasar más tiempo a tu lado,
y decirte adiós sin tanto dolor.
Sé bien por qué huí de aquello
necesito contártelo ahora:
Tenía miedo de perderte,
de llorar a tu lado,
de aceptar que te ibas…
A nadie querré del mismo modo,
la pena es que jamás te lo dije.
Pero desde donde estoy
y desde donde estés:
Léelo mi dulce abuela,
Lo he conseguido,
vuelvo a escribir por mí,
por tí y por todos
los que me apoyan
y permanecen a mi lado.
La distancia entre tú y yo ha quedado atrás,
porque en mis sueños,
apareces linda y serena,
como siempre he deseado que te sintieras.
Me ayudas desde el infinito,
ofreciéndome el aliento necesario,
en cada momento.
Gracias querida…
Ahora te comprendo,
Ahora acepto tú decisión
Ahora afronto el futuro
con la alegría de haberte tenido,
en lugar de la tristeza
de tu partida.
Espérame en tú cielo,
Prométeme que serás la primera
que salga a recibirme
cuando emprenda mi último vuelo.
Mientras tanto
recuerda siempre
Lo mucho que te quiero.

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