Libertad

Ser libre es elegir, poder elegir.
Ser libre es llorar o reír,
si así se te antoja.
Ser libre es vivir en el hoy,
permanentemente y sin prisa.
Ser libre es cantar y danzar
contra viento y marea.
Ser libre es tener fe
en uno mismo y sus posibilidades.
Ser libre es volar
con la imaginación y el espíritu.
Ser libre es hacer de tu mundo,
un mundo mejor.
Ser libre es llorar, gritar o  enojarse
sin que ocurra nada.
Ser libre es ser yo, o tú o ellos
sin distinciones ni estereotipos.
Ser libre es defender,
lo que consideres justo.
Ser libre es creer,
que todo está dentro de lo posible.
Ser libre es querer,
robarle horas al tiempo.
Ser libre es conversar.
Ser libre es reinventar…
La libertad es un don que nace y muere
en cada uno de nosotros.
¡Disfrutémosla!

LA CHIQUILLA INVISIBLE

Yo, como tú, como todos tengo una posesión extremadamente valiosa. Ese gran tesoro, ni se compra, ni se vende, ni se envidia, ni se pierde…porque ese o esa niña interior impregna cada molécula de nuestro cuerpo.
La mía es una dulce chiquilla, hasta ahora invisible, de ocho años.
Pero no creas que pese a su corta edad no sabe lo que quiere.
Me ha hecho una petición tan especial, tan necesaria para ella que me siento incapaz de rechazarla.
Ansía con tanta fuerza que te transmita su historia, que su propia emoción me embarga y resuelvo homenajearla con esta autobiografía, ya que su don es compartir y para poder compartir hay que vivir y hay que sentir.
La observo y presiento su pesar. Sus ojitos suplican que la escuche, que hable de lo que nos pasó y que me convierta en su fiel portavoz.
Se pone de jarras, boca torcida incluida, porque le molestan mis continuas huidas, las múltiples excusas…
Elige que ya es hora, que basta de fingir y yo sé que tiene razón, yo sé que me escondo, yo sé que a menudo no respondo a su pureza e inocencia infantil.
Le pido que me guíe en este tortuoso pero imprescindible camino de nuestros recuerdos.
Ella sabe, mucho antes que yo, que es el modo de seguir adelante.
-Cuenta las dos partes- susurra
-A ello voy-susurro
En la primera, tiene 4 a lo sumo 5 añitos. Vestida con ropa playera sonríe y es dulce, espontánea y muy divertida. Aún vive ajena al dolor que experimentará poco después cuando sus padres se separen.
La vida parece truncarse y empiezan los desencuentros de ellos, las idas y venidas, la lucha de poder con la misma moneda de cambio: la chiquilla.
Su madre miente, la deja sola de noche y poco a poco el abandono va haciendo mella en su corazón infantil.
Para la cría se hace eterno y tristemente el desasosiego se prolonga en el tiempo.
La falta de responsabilidad de su progenitora, hace que la deje en un orfanato…
Sin padre, sin madre, desarraigada de todo, escuchada por nadie, la chiquilla invisible casi forma parte de la lúgubre casa donde se acoge a niños perdidos, indeseados, extravíados…
Casi ni come, se pasa el día sentada en su orinal, pretendiendo a su corta edad dejar de existir.
Se alimenta de agua, a veces algo de leche. Tampoco hay mucho más, son demasiados menores allí.
La luz de la esperanza se enciende. El rescate llega en forma de padre. Ese padre que la ha buscado de manera incesante y denuncia a la madre.
Se la lleva con él e instaura la tan esperada tranquilidad.
Su madre frustrada, no se da por vencida y lucha por la niña, consiguiendo que se la devuelvan.
Pero su intención no es darle cariño o quizás disculparse.
La atormentada vida de la mujer aprisiona su corazón. Las vivencias personales pesan en ella como losas de miles de kilos y lo paga su hija.
Llegan los maltratos físicos, las duras palabras, los desprecios y humillaciones. La chiquilla quiere entenderla, pero su madre no soporta su sinceridad, el que prefiera a su padre, el que la mire de esa manera.
Y siguen los golpes…
La niña opta por callar, total si habla le pegan, quizás callando. Da igual, todo da igual.
Pero sólo se calla por dentro. Actúa por fuera contándole a su hermano que va a escapar. En su mente infantil ya está a miles de kilómetros de allí.
En la segunda parte, que mi chiquilla me recuerda que os cuente, ya tiene 8 o 9 añitos y es tan perseverante, lista y luchadora que cuenta en el colegio lo que su madre le está haciendo.
El director alarmado localiza al padre y le llama. Ahora, la madre ya no puede reclamarla. La Justicia interviene, se altera, se indigna y preguntan a la niña, que ya sin miedo explica pormenorizadamente todo a un juez.
La vida resuelve a su favor…sucumbe a su mirada triste y ausente, a su cuerpo frágil, a su necesidad de ser amada.
Adiós a la madre con otra paliza, la última y se va muy muy lejos.
Un hogar de afecto le abre los brazos, con una dulce abuela-mamá de mirada tierna y corazón inmenso. Presiente el dolor y pacientemente cura las rabietas desmedidas, la desgana de comer, el miedo a la oscuridad y los temores que atenazan su alma.
La abuela sabe que la chiquilla tiene un corazón muy sensible, unas tremendas ganas de vivir, de superar la adversidad.
Es complicado, pero la ayuda que la dispensa es tan esencial, tan descomunalmente espectacular, que la niña crece arropada por la fe de que siempre se las arreglará para salir adelante.
Esa muchacha, esa chiquilla invisible, esa niña interior, como supongo que ya sabes, SOY YO.
Esa chica de ahora 40 años, SOY YO.
Esa mujer, con una hija de 8 años, SOY YO.
No obstante, a veces, esa personita que habita en mí, me pide vivir esa infancia que me perdí.
Desea jugar, meterse en los charcos, pisar las hojas otoñales que caen de los árboles, reír a carcajadas, dejando a un ladito a la adulta seria y responsable.
Quiere también que os diga, que fue muy injusto lo que pasó, que no se lo merecía, que no había hecho nada malo.
-Lo sé mi niña- La consuelo bajito desde dentro…por fin lo sé.
Y marcó tu vida, mi vida…
Y dolió como un dardo clavado en el centro de nuestro ser…
Y dejó su huella…
Pero elegimos seguir, vivir y contarte a ti, querido lector o lectora, que se puede.
Aunque a veces duela, se puede.
Aunque a veces queme, se puede.
Aunque a veces enfade, se puede.
Porque mi experiencia, ahora reconocida, me ha hecho ser lo que soy, me ha permitido aprender, avanzar e irme convirtiendo en el tipo de persona que me encanta ser.
Y no necesito ni pegar, ni humillar ni desprestigiar a mi hija, porque mis circunstancias son diferentes a las de mi madre y porque elijo el Amor, por encima de todo.
Lo demás, fue tan sólo una mínima parte de mi vida. El resto la escribo día a día, disfrutando de las personas que quiero y me quieren.
Vivo el instante y quiero decirte a modo de hasta luego, que he perdonado a mi madre y que le deseo mucha paz, porque me apena pensar lo duro que es para ella estar en lucha permanente consigo misma y con su dolor, incapaz de salir.
Mi relato va llegando al final con el firme propósito de intentar vivir en armonía conmigo y mi querida niña interior.
Y ella, que sabe mucho como ya has podido ver, me invita a la que ya es nuestra playa.
Está situada al pie de una espléndida cabaña virtual, con grandes ventanales, espacios diáfanos y vistas al mar.
Paseamos por la arena, hacemos castillos, cogemos conchas y por primera vez me agacho a su altura, la de sus 8 añitos, y la beso y abrazo.
Reímos y también lloramos reconociendo yo su necesidad de mí, de mi calor, de mis caricias y sobre todo de mi comprensión.
-Te quiero pequeña-le digo
Y te voy a querer siempre, siempre y siempre…
Porque sé que me estarás aguardando aquí, mirando la inmensidad del mar y las olas, en nuestro rincón secreto y maravilloso. Un lugar que emana alegría y complicidad.
Es mi remanso de paz y te invito.
A ti, si a ti que has leído estas líneas…
Pasa sin llamar, aquí vivimos sin timbres ni prisas.
Eso sí, sólo te pido una cosa:
Trae contigo a tú niño o niña interior.

ROSA

Si pienso en el Rosa
me admira su color
me atraviesa su esplendor
y me embelesa su fulgor.
¡Cuánta variedad de matices!
asombrado me dices.
Y yo con una amplia sonrisa
me dedico, poco a poco, sin prisa
a contarte una peculiar historia
con lo que salga de mi memoria.
El Rosa como color nace pastel y ligero
adornando con creciente esmero
campos de flores y ciudades
con sus múltiples variedades.
Se va tornando chicle llamativo
luciéndose armonioso y festivo.
Decide, sin ápice de temor, ser más colorido
bienvenido al fucsia y su poder curativo.
Tornará al berenjena o violeta, según la ocasión
invitando a una fascinante combinación.
El Rosa como sabor acompaña a platos exquisitos
para los cuales no hay requisitos.
El Rosa como olor impregna perfumes suaves y delicados
dotados de pasión, cuidadosamente elaborados.
El Rosa como nombre, como novela, como canción
como baile de exhibición…
Ahora el que sonríe eres tú, el pensamiento discurre
y yo complacida pregunto: ¿Qué más se te ocurre?

TE DOY (A TÍ)

Te doy lo que soy
Tú vienes, yo voy
Pero sabes donde estoy.
Te ofrezco un gran abrazo, una inmensa sonrisa
Ajena a toda prisa,
Resplandeciente de risa.
Te regalo un poema, una canción
Que nace del corazón
Y de una profunda emoción.
Te invito al país del presente
Donde el pasado está ausente
Y el futuro ni se presiente.
Te deseo que cumplas tus anhelos
Que aprendas de tus duelos
Y que transites por múltiples suelos.
Te obsequio con lágrimas que te hagan más humano
Para que me trates como hermano
Y siempre me tiendas la mano.
Te agradezco tu presencia
Ajena a toda apariencia
Llena de amor y paciencia.
Te miro con dulzura
Porque estoy segura
De tu alma pura.
Y por eso, da igual de donde eres
O lo que en tu vida prefieres
Lo que me importa es que me quieres.
Y por eso, poco me aportan tus bienes materiales
Porque me fijo en las cosas esenciales,
Aquellas que nos hacen especiales.
Y por eso, yo te doy lo que tengo
Lo que con dulzura mantengo
Y con orgullo sostengo:
Mi persona.

TRIANA

La  hermosa gitana
se llama Triana.
Su cara embelesa
tan dulce y traviesa.
Los ojos oscuros, color aceituna
ríen empapados de picardía gatuna.
El pelo negro, largo y rizado
a más de uno ha hecho desdichado.
Pero la linda gitana enmudece
mientras su pena lentamente crece.
El sur que vio su nacimiento
no puede parar tanto tormento.
¡Chiquilla despierta! le dicen por la calle
mientras ella mueve distraídamente el talle.
Un amor la tiene malherida
y cada vez se halla más perdida.
Los abuelos hacen tertulia
buscando explicación a tanta abulia.
¿Qué le ocurre a la niña salerosa,
que parece estar en otra cosa?
¡Ay comadres! Les contesta la luna
vayan ustedes preparando la cuna.
La vida a su puerta ha llamado
pero el padre cobarde se ha esfumado.
¿Y a mí que me importa? Canturrea una estrella
si no hay en el mundo cosa más bella.
El niño entre palmas será recibido
y por todos nosotras muy bien atendido.
Gitana, Triana, alégrate mi alma
que poco a poco llegará la calma.
Baila al son de la noche
y deja ya el reproche.
Y casi sin sentir irrumpe la madrugada
repleta de risa y carcajada.
Triana suspira dichosa
y su cara, de nuevo, amanece preciosa.

YO (ABOUT ME)

Si como es el caso
tuviera que hablar sobre mí,
sin duda, me definiría así:
Narradora sin fin de historias de vida,
de experiencias personales.
Defensora de relatos biográficos,
con sentimientos a flor de piel.
Divulgadora de conceptos positivos,
de frases de indiscutible trasfondo.
Amasadora de ilusiones y esperanza,
en los momentos de tenue luz.
Restauradora de fantasías,
de cuentos e invenciones maravillosas.
Creadora de escritos sinceros
y palabras como instrumentos de paz.
Jugadora de cartas,
confeccionadas con risas de dulces niños.
Colaboradora en causas
que tocan espíritus.
Nadadora en las aguas cristalinas
que habitan en el corazón.
Triunfadora en afectos,
atesorados en cada rincón de mí ser.
Finalizadora de estas líneas,
con una indudable vocación:
Conversadora, Animadora, Expresadora, Relatadora, Escritora…
Pero siempre, siempre REDACTORA.

A MIS AMIGOS DE LA FILMO (FILMO´S FRIENDS)

Pido recordar siempre,
que lo importante son las personas,
ni los lugares, ni lo que representen.
Pido veros de la misma manera,
tan alegres y convencidos,
de que todo va y va a ir bien.
Pido que si por alguna razón,
no fuera así me lo digáis,
que depositéis en mí,
la confianza para poder,
resolverlo juntos.
Pido sentir tan cercano,
vuestro abrazo como hoy,
y notar que al igual,
que vosotros en mí,
he dejado una grata huella,
en el fondo de vuestro corazón.
Pido seguir viviendo,
cada visita como si estuviera,
en el hogar de esos entrañables amigos,
que ahora de verdad os considero.
Pido seguir teniendo la fuerza, el coraje y la fe,
que me acompañan en cada trayecto de tren,
que me separa de vosotros.
Pido, pero sobre todo doy gracias,
por haber tenido la suerte,
de cruzarme en vuestro camino.
Pido y con un gran beso me despido,
deseando ser el alma de vuestra fiesta,
o la compañía silenciosa, si así es preciso.
Gracias de nuevo por lo que me habéis,
y os he aportado y seguiremos…
De verdad lo espero y quiero amigos.